martes, 25 de mayo de 2010

Hoy he matado a una gato

Hoy he buscado un gato, he cogido uno que he visto por mi calle, lo he tenido encerrado a oscuras en una habitación durante un tiempo, para cabrearlo.

Al rato, lo he sacado a un patio interior que tengo, para que no pudiese escapar y ha estado correteando por el patio un buen rato. Yo lo dejaba, para que se cansara y no diera mucho el coñazo. Como veía que tenia mas reflejos, mas habilidad…vamos que iba para largo le he empezado a clavar unas agujas de estas de coser…a ver si las heridas conseguían pausarlo.

El caso es que si, se ha empezado a cansar, esta claro que esas heridas en el lomo y esa sangre cansan a cualquiera, así que antes de que muriera y cuando he visto que su agonía era la justa como para no enterarse de quien estaba cerca, he cogido un hierro afilado y ZAS, he acabado con su vida atravesándolo.

Me siento muy orgulloso, me he divertido mucho.

Si cambias gato por toro, en vez de un hijo de puta maltratador de animales sin sentimientos ni escrúpulos, ¿que sería? ¿un maestro?, ¿me sacarías a hombros?




Este texto ha llegado a mí mediante un correo electrónico, y no podría estar más de acuerdo. Si el maltrato a los animales domésticos es aberrante y puede ser penado por la ley ¿Por qué un toro debe sufrir de forma terrible hasta morir?. No estoy en contra del arte de torear a un animal y hacer maniobras impresionantes frente a él, estoy en contra de que no se conformen con ver las peripecias de un hombre frente a un animal tan poderosos y lo tengan que humillar, torturar y matar , con suerte, de un estocazo, porque si el torero no acierta, entonces son 3.

Mi deber como educadora social es reeducar a la sociedad en valores cívicos, éticos y morales, y uno de los valores en los que fui educada es que la vida de cualquier ser vivo es tan valiosa como la mia.


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